Algunos acuciosos analistas de la realidad nacional colombiana, tratando de encontrar explicaciones a los vaivenes políticos del gobierno que preside Álvaro Uribe Vélez; y habiendo agotados los recursos de la ciencia política; suelen formular la hipótesis de que el personaje citado sufre de un alto grado de neurosis incontrolable que contagia a sus compinches de Estado.
Que es la vida sin causa y sin bandera
Sin desafió a los imperios opresores
Sin sentir la furia de sus explosiones selva adentro.
Escucho este verso en medio del cuidado que requiere no delatar mi pertenencia al Partido. Hace parte de una de las canciones del artillero repertorio musical de las FARC. Cientos de canciones que nos alimentan el alma con sus armónicos mensajes de justiciera verdad. Pienso en ella cuando me hago esa pregunta… ¿qué seria de la vida sin aquello que nos motiva a buscar la libertad del ser humano, que nos empuja a romper las decadentes relaciones basadas en la explotación de unos cuantos hombres y mujeres contra la inmensa mayoría de seres humanos; que confina la vida a la creación de una riqueza ajena, apartada del derecho humano de su disfrute colectivo.