A Soldados y Policias,
Lo que piensan los políticos que encabezan desde cargos importantes el accionar de las fuerzas armadas, queda patente en las siguientes declaraciones del señor Ministro de la Defensa Juan Carlos Pinzón, publicadas por la prensa del 27 de febrero del presente año: “Era necesario que hombres entregaran su vida y que regaran su sangre en estas tierras de Colombia, para hacerla una nación fértil”. Las palabras fueron pronunciadas un día antes, cuando en compañía de los generales Alejandro Navas y Sergio Mantilla, asistió a la Escuela de Soldados Profesionales de Nilo, Cundinamarca, con el fin de activar los batallones de combate terrestre números 143, 144, 145 y 146. Las tierras que se riegan con sangre se vuelven muy fértiles, sobre todo para los propietarios de las grandes inversiones en minería o agroindustria, principales interesados en que la población pobre y trabajadora que vive de su labor agrícola las abandone o venda baratas.
Sin embargo la absurda decisión del gobierno y sus altos mandos de continuar las operaciones militares contrainsurgentes, que hasta ahora dejan un saldo de más de veinte camaradas nuestros asesinados, sin mencionar los heridos y capturados, nos han obligado a dar respuesta armada a las provocaciones y agresiones dirigidas contra nuestras estructuras guerrilleras. En ese contexto se enmarcan los recientes y dolorosos sucesos de Buenos Aires Cauca, que provocaron un parte abultado de muertos y heridos del ejército. Esas tropas iban en nuestra búsqueda para asesinarnos. También en ese contexto se enmarcan nuestras más recientes acciones de carácter ofensivo.