Solo hay una cárcel donde Robinson no ha estado recluido: la cárcel de Jamundí (Valle del Cauca). En 22 años de presidio, varios traslados injustificados, y otros producto de intentos de fuga casi logrados, lo llevaron a un recorrido por distintos centros penitenciarios donde hoy es reconocido como un líder que lucha por los derechos de los prisioneros, sin importar su condición política o social.